“Las empresas que no utilizan herramientas para procesar información contable y financiera pierden oportunidades de crecimiento”. La información contable y financiera como herramienta para las decisiones ya no debe ser vista como un privilegio de las grandes empresas
Nota de Georgina Prataviera CPA en Deloitte Argentina para diario El Economista
Un relevamiento pymes realizado por el Observatorio de Ciencias Económicas del CPCE de la CABA detectó que apenas el 20% de las empresas industriales pequeñas y medianas radicadas en la ciudad de Buenos Aires confecciona estados contables adicionales a los exigidos por ley.
A su vez, dentro de los estados contables adicionales realizados por esta minoría de las pymess industriales se destacan los estados proyectados, como así también los que analizan períodos más reducidos que el año (como un semestre, trimestre o mes).
Históricamente los estados contables de las pymes argentinas (no sólo las industriales de la CABA) se han caracterizado por un enfoque impositivo que ha primado por sobre su utilización como herramienta para la toma de decisiones, tal como es en el resto del mundo.
El valor
En un contexto en el que los cambios se dan con mayor velocidad y la competencia es cada vez más fuerte entre las distintas empresas, contar con información confiable que sustente y contribuya a una mejor gestión de la empresa y toma de decisiones correcta puede ser la diferencia entre permanecer o no dentro del mercado.
Muchas veces los empresarios pymes se preguntan por qué si su balance refleja un buen resultado económico y tienen que pagar impuestos por ello, no cuentan con dinero para hacer frente al pago de sus obligaciones, nuevas inversiones y retribuciones a sus socios. Y aquí la respuesta puede encontrarse por el lado de que el problema no sea económico sino financiero, sólo que no cuenta con la información para poder monitorearlo y solucionarlo.
En una economía con altos niveles de inflación y tasas de interés que superan el 30%, un muy buen negocio podría verse ahogado si no cuenta con una gestión financiera adecuada. De allí la importancia de contar con un buen flujo de fondos actualizado y proyectado para evitar situaciones que hagan salir corriendo a buscar fondos de manera desorganizada y pagando altas tasas.
Un problema común
Suelen presentarse situaciones en que un producto es rentable en un análisis de costos estático que sólo contempla precio de venta y costos de producirlo y venderlo.
Sin embargo, por citar un ejemplo, a varias industrias que realizan ventas a grandes cadenas la demora en los pagos por parte de estas termina impactando en la utilización de descubiertos bancarios por el descalce financiero. Esto podría evitarse si se contara con un estudio de los plazos promedios de pago y cobranzas que una contabilidad actualizada e íntegra puede proporcionar.
Claramente la contabilidad no ayudará a que las grandes cadenas paguen antes sus facturas, pero el conocer la necesidad de financiamiento de antemano sí contribuye a bajar los costos financieros que son tan altos en nuestro país. Le otorga la ventaja al gerente financiero o dueño de la pymes de poder gestionar con tiempo esto, y nunca más cierta la frase de los americanos: Time is money.
Muchas veces los empresarios pymes se preguntan por qué si su balance refleja un buen resultado económico y tienen que pagar impuestos por ello, no cuentan con dinero para hacer frente al pago de sus obligaciones, nuevas inversiones y retribuciones a sus socios
Observar que el plazo de cobranza se está estirando, gracias a verlo reflejado en información concreta y no sólo porque un cliente grande nos pagó diez días después, puede disparar acciones de negociación con proveedores, clientes, bancos e incluso mercado de capitales, y no caer en descubiertos bancarios o una llamada a los accionistas para que hagan un aporte adicional como se ve tan a menudo.
Incluso, el correcto registro permite rentabilizar activos que hoy están ociosos en las pymes como las cuentas por cobrar, aprovechando herramientas nuevas como el descuento de facturas electrónicas previsto en la nueva Ley de Financiamiento Productivo, de la misma manera que hoy se puede hacer con un cheque (sólo que ya no será necesario esperar a tener el cheque).
Que la contabilidad deje de ser una foto sacada una vez por año y pase a ocupar un rol estratégico en la gestión es algo que las empresas grandes vienen haciendo desde hace décadas. El costo de contar con esta información ha ido bajando drásticamente con los avances tecnológicos y de la profesión contable, haciéndolo más accesible para la pymes.
La información contable y financiera como herramienta para la toma de decisiones ya no debe ser vista como un privilegio de las empresas grandes, sino como lo que puede hacer grande a una empresa.