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En Argentina están eligiendo este camino también respecto al uso del Business Intelligence en la gestión pública,en esta nota «El trío que supervisa la gestión» publicada por el periodista Santiago Dapelo en diario La Nación, compartimos los detalles de la experiencia argentina.
Tablero de control: el trío que supervisa la gestión gana más poder
El Gobierno ideó un software para monitorear el avance de los 100 objetivos que trazó Macri; está a cargo de Peña, Quintana y Lopetegui
Como si se tratará de un tablero de control, el Gobierno puso en marcha una «botonera» para seguir los avances del proceso de metas y de la gestión. Dos colores sirven de indicadores y permiten la evaluación del rendimiento de cada ministerio. El verde se utiliza para resaltar los programas que avanzan en tiempo y forma. Pero cuando en la pantalla aparece el rojo es una señal de «alarma temprana» para ajustar las clavijas y exigir un mayor esfuerzo.
Los encargados de velar por el cumplimiento de los plazos son el jefe de Gabinete, Marcos Peña , y los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana , y de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui . Ya sin problemas de comunicación interna, después de los últimos cambios en el gabinete nacional nadie cuestiona al tridente que el presidente Mauricio Macri califica como sus «ojos e inteligencia».
Formalmente se trata de un software que diseñó especialmente el Ministerio de Modernización, a cargo de Andrés Ibarra, para llevar adelante el monitoreo de los 100 objetivos que se impuso el jefe del Estado para su mandato. El seguimiento de cada área es quincenal y cada ministro o responsable del programa deberá comparecer ante el trío de funcionarios más cercano al Presidente que, según adelantaron fuentes oficiales, participará de algunos de los encuentros.
«Es un método de trabajo que va más allá del control. Gobernamos por objetivos, con metas claras. Es la única forma de organizar y trabajar en una organización tan grande, pero no se trata de un seguimiento minuto a minuto», explicaron fuentes de la Jefatura de Gabinete.
Desde la Casa Rosada fueron muy enfáticos para resaltar que de ninguna manera se trata de una auditoría, sino que lo que buscan es ayudar a los equipos de trabajo de cada ministro. «Sirve para priorizar y jerarquizar las metas. Esto ayuda al equipo a focalizarse. Es mejor ir juntos que rápido», dijo Quintana a LA NACION.
No cumplir los objetivos no implicará una sanción inmediata, sino un llamado de atención. «En ese caso lo hablaremos y trataremos de solucionar las fallas», explicaron fuentes oficiales. ¿Y qué sucederá ante la repetición de demoras o errores?, preguntó LA NACION. «En ese caso será decisión del Presidente, es el jefe. Está al tanto de todo lo que ocurre», explicó una fuente que conoce todo el proceso de monitoreo.
En el Gobierno consideran que la primera etapa, la de «normalizar los problemas macro» que les dejó el kirchnerismo -las variables macroeconómicas como la inflación y el déficit-, ya se cumplió y que ahora es el tiempo de encarar los problemas micro. En palabras de Lopetegui: «Tenemos que ver cómo mejorar la competitividad sector por sector».
Uno de los principales problemas que Macri y su equipo se encontraron cuando se hicieron cargo del Poder Ejecutivo fue tener que administrar un Estado «tan grande». «Sin disciplina es difícil alcanzar resultados», agregó un hombre con acceso diario al despacho presidencial.
«La agenda de un funcionario puede ser muy intensa. Podés tener reuniones durante todo el día y llegar a tu casa a la noche y decir «estoy muerto». Podés hacer eso todos los días y trabajar sin parar, pero no siempre eso genera resultados. Nuestro objetivo es poner el Estado al servicio de la gente», agregó Quintana.
Entre las metas que dio a conocer el Presidente tras el «retiro espiritual» que realizó con sus ministros a fin de año en Chapadmalal se destacaron la eliminación del déficit fiscal, una inflación de 5% para 2019, la implementación de la Boleta Única Electrónica y construir 2800 kilómetros de autopistas y 4000 kilómetros de rutas seguras.
Los retos, explicados en los 100 objetivos que el Gobierno se comprometió a cumplir en los tres años de mandato que le quedan a Macri, están repartidos en ocho ejes: Estabilidad Macroeconómica, Acuerdo Productivo Nacional, Desarrollo de Infraestructura, Desarrollo Humano Sustentable, Combate al Narcotráfico y mejora de la Seguridad, Fortalecimiento Institucional, Modernización del Estado y la Inserción Inteligente al Mundo. Algunos de los programas como la puesta en marcha de un plan monetario y cambiario, el ordenamiento del gasto público, la reforma tributaria, la reforma política y el plan nacional vial ya están en marcha.
«Peña, Quintana y Lopetegui sienten que están bajando de Sierra Maestra para hacer la revolución democrática que ponga a la Argentina en el lugar que merece en el mundo y no en el desastre que hemos conseguido durante tantos años», exageró uno de los principales asesores de Macri, que, además, aseguró que el método que pusieron en marcha «funciona muy bien porque tiene un equipo de profesionales que sería la envidia de las mejores consultoras y con una vocación de servicio y cambio únicos».
El tridente de confianza de Macri no tiene dudas que «este acompañamiento» genera «energía positiva en los equipos». Y según explicaron, no se trata de algo fuera de la común, sino que es un método de trabajo muy utilizado en otros países. «Lo que ha sido raro es que un gobierno haga gestión», describió, con ironía, una fuente cercana al jefe del Estado.
Por: Santiago Dapelo para diario La Nación.